Lo que veremos a continuación es una clara muestra de que los espacios no son necesariamente límites si sabemos utilizarlos. Igor Sirotov creó maravillosos interiores dentro de una casa de montaña utilizando como base la clásica combinación del blanco y negro.
Con pisos de madera, techos altos y materiales acordes se logró generar una sensación de amplitud que recorre cada área enmarcada con paredes negras y objetos decorativos metalizados.
Además de contar con un entorno soñado, se puede ver que no necesariamente el utilizar tonos oscuros es sinónimo de frialdad sino que si lo hacemos correctamente puede quedar genial.
Vía: Yanko