Marmol Radziner se encargó de la restauración de esta hermosa casa construida originalmente en 1946. Cuenta con una piscina soñada, espacios minimalistas pero decorados con mucho gusto para darles vida, una sala dedicada al gimnasio y un jardín que todos moriríamos por tener.
Su exterior esta dominado por el cemento, mientras que en los interiores podemos disfrutar de la decoración con madera, muebles en tonos rojos y una iluminación que une cada ambiente con sus hermosas vistas.