Diego Fernando Scurk no solo es un reconocido arquitecto argentino sino que logró unir este mundo a otros, conviertiéndose en conductor y productor del programa radial «Aire de Arquitectura» y en columnista de esta temática en varios medios.
Entre los años 2005 y 2009 residió en San Martín de los Andes (provincia de Neuquén, Argentina) y actualmente reparte su tiempo entre esta ciudad y Buenos Aires.
Amablemente accedió a respondernos algunas preguntas que aparte de ser útiles para quienes son apasionados del tema, nos permite conocer un poco mas su visión.
1. Sabemos que el entorno es primordial a la hora de bosquejar un proyecto ¿Cómo es ser un arquitecto en la Patagonia Argentina?
Ser arquitecto en la patagonia es igual a serlo en cualquier otro sitio, existen algunos condicionantes como el clima, la pendiente, la falta de horizontalidad, pero el desafío siempre es el mismo, dar acertadas respuestas a cada una de las problemáticas, con un proyecto acorde al entorno, a la disponibilidad de recursos de la zona, investigar, proponer nuevas soluciones, junto a una imagen formal y funcional acorde a los tiempos en que vivimos.
En particular, en San Martin de los Andes, donde más proyectos pude realizar dentro de la gran patagonia argentina, es una ciudad muy particular, en continuo crecimiento, con una normativa muy exigente con relación a cubiertas, materiales, alturas máximas, que deberían ya realizar una buena revisión.
Pero sin ninguna duda, de una belleza natural increíble y en el caso del casco céntrico, una escala muy favorable, con anchas veredas, lindos árboles, que componen un atributo extra para ser visitada y vivida.
2. ¿Cómo articulás tu carrera profesional con el mundo de los medios y tus incursiones como periodista y conductor de radio?
Digamos que surgió casi de forma natural, yo venia escribiendo bastante sobre arquitectura patagónica, realice la edición mountain houses para la revista Casas Internacional y escribí varios artículos para medios gráficos, locales y nacionales.
Un día se me ocurrió inventar un formato nuevo, llevar la opinión mía y de los invitados para hablar de arquitectura en radio, algo así como trasladar las notas en medios gráficos al éter. Así nació AIRE DE ARQUITECTURA, que al principio fue una experiencia piloto, una hora de duración durante tres meses, una vez por semana, para la sorpresa mía y de los dueños de la radio el programa tuvo muchísima audiencia y en una ciudad chica como san martin de los andes, el termómetro de la calle es muy claro, la recepción del programa en la gente fue genial. Así fue como el programa pasó a durar dos horas, que muchas veces las estirábamos más, con mayor producción, mas invitados.
Aire de arquitectura, fue un espacio para la reflexión, el ocio, la buena música, agenda de actividades culturales, siempre como eje principal la arquitectura y a partir de esta, abrir el abanico para desarrollar temas de todo tipo.
Una experiencia genial que espero este año, hacerlo en Buenos Aires.
3. ¿Qué te atrajo del sur, además de lo bello del paisaje, para querer desarrollarte allí?
Mi etapa en el sur fue una experiencia que no tuvo partes negativas, el proyectar en la patagonia fue primero aprender nuevas técnicas constructivas, aprender sobre el clima, los materiales, entre tantas otras.
Para mi el sur tiene algo que te enamora, por su entorno, por su escala y por la sensación que se tiene mucho por hacerse, todavía se esta a tiempo de mucho, es una tierra aun virgen, no contaminada, y en general la calidad de su gente es muy amigable, es una experiencia que recomiendo cien por ciento.
4. A la hora de asociarte ¿Bocetás solo, y luego compartís tus ideas con colegas? ¿Preferís realizar todo el proceso en grupo?
Creo que son etapas, uno como profesional las va transitando, yo las tuve en sociedad y con distintos colegas y otras en forma personal, creo que es muy rico compartir ideas y discutirlas. Hoy por hoy estoy en una etapa digamos intermedia, donde encaro proyectos en forma personal con mi estudio Sck despacho de arquitectura y otros los comparto, como en el caso especifico de los concursos, donde siempre trabajo con dos colegas y amigos, Andrés Mendive y Gustavo Rollan, ya venimos hace unos cuatro años trabajando juntos en la realización de concursos, con algunos premios y menciones.
También muchas veces esta bueno juntarse y compartir con algún colega y cotejamos ideas, es como hacer una corrección en la facultad.
5. ¿Qué consejo le darías a un estudiante de la carrera de Arquitectura, a aquellos egresados que recién inician su camino? ¿Qué deberían tener en cuenta para no cometer demasiados errores?
La etapa universitaria es maravillosa, yo la disfrute muchísimo y muchas veces lamento que haya pasado tanto tiempo, de hecho trabaje como docente en la Universidad de Buenos Aires, desde antes de recibirme hasta que me mude al sur.
A mis alumnos siempre les recomendé que intenten aprovecharla al máximo, que al principio parece eterna, pero se pasa volando. Otro consejo es que siempre hay que seguir estudiando, la arquitectura es una disciplina en continuo cambio, aparecen todo el tiempo nuevos materiales, formas de representaciones, sistemas constructivos, y es necesario seguir actualizado. Contrariamente a lo que la mayoría supone el ser arquitecto no solo es dibujar, hay que leer, investigar, aprender de los grandes referentes.
Con relación estrictamente a los errores, todos los cometemos y nos sirven también para seguir aprendiendo, solo no se equivoca el que no emprende nada.
La arquitectura es una disciplina que te llena, para mi no solamente es un trabajo, vivimos rodeados de ella, la necesitamos todos, la utilizamos todos. Ser arquitecto se lo es 24 hs al día, leer, ir al cine, escuchar música, todo sirve para acumular conocimientos, yo la entiendo también como un compromiso ético con relación a mis clientes y a las ciudades donde intervengo con mis obras.
Siento una gran alegría por ser arquitecto, es algo que llevo muy adentro, un orgullo que renuevo día a día y en cada nuevo desafío que enfrento con la realización de un proyecto, mas allá del tamaño o la escala del trabajo.
Desde aca le agradecemos a Diego por la buena onda!