Si se encuentran en New York, o tienen la posibilidad de visitarlo, les recomiendo hagan el siguiente camino: tomen el tren 6 hasta el final y bajen en la parada Brooklyn Bridge. Mientras el subterraneo emprende la vuelta para volver a la ciudad, pasa a través de la estación City Hall, abandonada y preservada desde 1904.
La estación fue cerrada en 1945 porque en ese momento solo la utilizaban 600 personas y el circuito había creado una brecha peligrosa en la plataforma. En 1995 la ciudad intentó restaurar este lugar y lo convertirlo en un museo de tránsito, pero no se realizaron finalmente.
La estación aún no se encuentra abierta para el público pero hay un truco que se puede hacer para verla uno mismo. La MTA prohibía que los pasajeros se quedaran mientras el coche daba la vuelta, pero ahora está permitido. Por lo que la próxima vez que lleguen al final del recorrido, quédense y sigan un poco más. Verán la maravilla arquitectónica que se encontraba oculta.
Las excelentes fotografías fueron realizadas por John-Paul Palescandolo y Eric Kazmirek para HuffingtonPost.