El loft que vemos en la imagen representó un reto doble para los arquitectos Felipe Hess y Renata Pedrosa, por ser una antigua construcción de Oscar Niemeyer que habían tirado abajo y de la cual solo quedó su estructura.
Con esa base e intentando recuperar las formas que se podía, dieron por terminado un amplio espacio, relajado, moderno y con detalles en cada rincón que generan curiosidad.
Se utilizó mucho el cemento tanto en muebles como en estanterías y objetos decorativos para unir el espacio con las columnas que separan cada sector. Con pisos de madera, paredes en su mayoría blancas y toques de color salpicando cada espacio, sin dudas los arquitectos le dieron un buen uso al área de 140 metros cuadrados que dejó Niemeyer años atrás.
Vía: Yatzer – Fotografías: Fran Parente